retazos

Mi pasión, según San Mateo



Recibo un whatsApp de mi amiga la Oliva para comunicarme los planes que tenemos para este vienes, que es santo por lo visto.

-         Mañana haremos una ruta de senderismo con mi hermana y mi cuñao, 10km con alguna subida. ¡Un día en el campo!
-         Ok ¿qué tengo qué llevar?- nota a recordar: la próxima vez preguntar nombre del sitio dónde vamos, geolocalización, dificultad de la ruta, cuántas y  grado de pendiente de las subidas, y con toda esa y más información tomar la decisión de si es necesario o no mi presencia en el evento.
-         Calzado cómodo, mangas largas que al principio hará fresquete y cortas para después. Pantalones anchos...no lleves la chupa de cuero. Jejejeje.
-         Japuta. Calzado cómodo llevo siempre. Yo con pantalones anchos no salgo a la calle.
-         ¡No lleves vaqueros!
-         Ya veré.

Pasado un buen rato me asalta una inquietud: lo mismo no es una buena idea. La última vez que hice deporte tenía 16 años cuando en un partido de baloncesto vi truncado mi futuro en la NBA al romperme cuatro dedos de mi mano derecha. Y la última vez que estuve en el campo terminé, por lo que quiera que sea, atrapada entre zarzas de las que me libré a cambio de dejarme casi la totalidad de mi epidermis allí. Ignorando estos antecedentes quedé con la Oli tempranito… ¡qué puede salir mal!

6 a.m., inicio del calvario, y yo que quería descansar estos días de asueto laboral. La Oliva se pierde para llegar a casa de su hermana, pirula en un semáforo delante de un coche de la policía municipal…uuff, menos mal, pasan de nosotras…con las pintas que llevamos habrán decidido que ya tenemos bastante.

El matrimonio Roper nos está esperando desayunando un par de huevos fritos, sin prisas que para eso nos hemos dado este madrugón. ¡Vaya dos!, llevan juntos desde niños y como niños piensan vivir esta vida y hasta la siguiente juntos.

Por fin iniciamos el camino, gracias a la tecnología del GPS sólo nos perdemos cuatro veces. El polar para el fresquito de la mañana hace dos horas que me sobra. Llegamos al lugar, por lo visto, ya me aclara la hermana de la Oli, estamos en Guadalajara para ver unas cataratas. ¿Cataratas en plena meseta?, me sorprendo, incrédula soy por naturaleza con la obra del omnipotente creador.

Los Roper sacan del maletero de su coche artilugios y equipamiento que dejarían al mismo Calleja asombrado. El cuñado de la Oliva, que de natural tiene pinta de urbanita, pero urbanita del mismo centro de Chicago, según pone el pie en el campo se convierte por la gracia de vete tú a saber qué dios en Agroman. ¡Qué profesionales!

Y así, abriendo la marcha los dos senderistas y la Oli y yo como comparsa iniciamos el recorrido en busca de las cataratas cuál fuente de la eterna juventud. Primera subida, cago en el día que volví a fumar. Esto no es lo peor Moski, me dice la hermana retrato de la Tárrega en sus mejores momentos, lo peor es la bajada que viene ahora. Claro, claro, cómo se nota que ella no es adicta a Philip Morris.

Pues tenía razón. Se abre ante mis pies una bajada en un improvisado camino con piedras y arena que debe de llevar a las mismas puertas del infierno. Ánimo Moski, tú puedes, llevas un buen palo donde apoyarte y menos mal que me puse la rodillera, no sé por qué no me convenzo a mi misma.

No hay manera de colocar bien el pie entre el empedrado, la arena hace que resbale levantando polvo que me trago porque hace un rato que ya respiro por la boca. Echo el cuerpo hacia atrás para vencer la ley de la gravedad ya que hace tres piedras, y dos torceduras de tobillo he creído ver una de las cabezas de Cancerbero al final del camino. Con los dedos de los pies intento hacer presión para asirme más a las zapatillas, lo que me provoca pequeños calambres. Con tanta piedra no hay sitio ni para colocar el palo como apoyo, lo que me obliga a bajar con él en alto como si fuera amenazando a los otros senderistas, que inconscientes han tenido la misma idea que nosotros.

Conseguimos bajar enteros, esto si que es un milagro que empequeñece al de los panes y los peces.

¡Qué maravilla Moski, qué bien huele a pino y se ve hasta la nieve en la cumbre!, me dice Agroman. No consigo oler nada…mierda de alergia…levanto la mirada, estoy mareada…debe ser esto el mal de altura…hago un esfuerzo y fijo la vista en un punto…no es posible, ¿ese es Sonny Crockett?... ¡joder, tengo alucinaciones!... ¿qué es esto… jet lag?...lo mismo es que cansado de Miami y su corrupción ha decido hacerse guarda forestal… a mi me vale como explicación.

Fotos de rigor y seguimos el camino. Las  piedras están machacando mi rodilla, nunca debí jugar al baloncesto, por qué no me daría por el ajedrez. Deseo la misma muerte, aquí y ahora, de nuevo otra bajada aún más escarpada que la anterior. Escucho a mi espalda una voz burlona, ¡recuerda Moski que luego esto lo tenemos que subir! dice la Tárrega que ya empieza a asemejarse a la actual ni rastro de sus mejores momentos. Plaff… la hermana de la Oli da con sus huesos en el suelo… algún dios ha debido escuchar mis súplicas… te lo tenías merecido niñata.

Con más pena que gloria lo conseguimos. Escuchamos el ruido el agua y de sus saltos pero no conseguimos verlo por la cantidad de gente que hay. Mejor rodeamos por aquí, que parece que no hay nadie, le digo a Agroman. Nunca he sido de seguir los caminos establecidos y a la muchedumbre, he pagado por ello y esta vez no iba a ser la excepción. 

Campo a través sorteamos piedras, cómo no, diferente clases de flora que no identifico y zarzas, estas si las conozco, que de nuevo muestran su querencia por mi piel. Si llego a saber esto me agencio un machete. Como salida de plena selva amazónica asomo por fin la cabeza y lo que queda de mi cuerpo para encontrarme cara a cara con dos toros… ¡no corras Moski!, dice preocupado Agroman. ¡Estoy yo pa correr!, si estos quieren venir a por mi me enciendo un cigarro y aquí me quedo. Afortunadamente pasaron de nosotros.

Y por fin ¡llegamos a las cataratas! Después de un rato agazapada en la única sombra que había, pude ver el río, sus cascadas… ¡impresionante!… y demás domingueros con la misma cara de dolor y arriesgando su vida para hacerse un selfie…sin comentario.

Como ya han inmortalizado este momento para subirlo a las redes, inician su marcha hacia la civilización. Por fin un poco de tranquilidad y disfruto del paisaje, mientras reponemos fuerza con los bocadillos que ha hecho la Oliva… ¡cómo nos cuida! Eso si, creo que se ha pasado rellenando los bocadillos, o con el sudor he perdido grasa y parte de la boca por que no hay quien pueda meterle un bocado a esto.

Un solo bocadillo con todo lo que tenía la Oli en la nevera ha sido suficiente para recuperar el ánimo e iniciar la vuelta. ¡Y qué vuelta! Destrozados los tobillos, machacada la rodilla incluso la buena, sin pulmones y una extraña presión en la sien alcanzo la primera subida.

Supero a unos chavales que están sentados en el camino, dos chicos se están fumando un porro mientras que las dos chicas gritan histéricas ¡¡qué hay hormigas!!. Pues espera a ver los toros rica. Ni les aviso por miedo a que en realidad sea otra alucinación.

Me preocupa la Oli, hace un buen rato que va muy callada y cada vez que miro hacia atrás la veo más pegada al suelo, creo que en vez de subir está arrastrándose. Otra subida… la Oli muere momentáneamente… su hermana también…te lo tenías merecido niñata… Agroman intenta torear un toro…una pena que muera tan joven, me caía bien.

No sé cómo conseguimos llegar al coche. ¿Moski te apuntas para la próxima ruta? Me hago la dormida, solo si es por el Retiro, no te jode.

Esta mañana me ha despertado un fuerte dolor como un latigazo en la rodilla, está hinchada. Me duelen también los tobillos, los dedos de los pies y la muñecas de agarrar el palo, con el que debí de darle al matrimonio Roper por tan feliz idea. Tengo picaduras de vete a saber qué insecto, arañazos de mis queridas zarzas, y no sé por qué me duele el cuello. La nariz atascada e hinchados los ojos por la alergia. Rojeces por los brazos de la flora que no conseguí identificar, para mí que soy alérgica también. ¡Menos mal que no me quemé con el sol!, precavida que es una me puse protección 90.

En fin, solo espero resucitar al tercer día, porque lo que es hoy no pienso, no puedo, moverme de casa.


19 huellas:

  1. Moski, si el lamento quieres evitar el atuendo propio has de llevar.

    De nada,
    La catilinaria

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    1. Copyright ahí, que luego pasa lo que pasa.
      Al final me apañé atuendo adecuado, eso sí, nada de chándal ni mallas… ¡líbreme de tal horterada!

      Gracias Catilinaria.

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  2. Moski, a quién madruga Dios le ayuda.

    No lo olvides,
    La catilinaria

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    1. Y no por antes madrugar amanece más temprano… comprobao. Tenía que ponerlo, que es el único refrán que me sé.
      No lo olvidaré

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  3. Moski, ¿¿Sonny Crocket?? Claaaaro con razón una conocida mía que recién acaba de aterrizar del mismo Miami, el de Florida, no ha coincidido con él. Y de Richarlll ¿sabemos algo?

    Pregunta,
    La catilinaria

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    1. El Richarlll tenía un blog en el que daba consejos sobre moda, más específicamente, sobre el uso correcto de los tonos pastel en camisetas, su combinación con trajes blancos y zapatos sin calcetines. Pero lo cerró y le he perdido la pista… ¡si es que siempre se van los buenos!

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      La Moski, o lo que queda de ella.

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  4. Moski, ¿solo un bocadillo? ¿sin cerveza? Mmmmm…

    Pregunta,
    La catilinaria

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    1. Así fue querida y lo peor es que desde ese fatídico día ni ganas tengo de una.

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      La Moski, abandonando vicios.

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  5. Moski, si no sabes torear ¡¿pa qué te metes?!

    Pregunta,
    La catilinaria

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    1. ¡Mi mala cabeza…mi sempiterna mala cabeza!

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      La Moski o manoleta o la niña de la gran vía.

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  6. Moski, qué preciosísimo es el Retiro.

    Me mata la nostalgia,
    La catilinaria

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    1. Y con la primavera más, ahora tiene unas flores que no sé identificarlas pero me tienen fascinada y son de un azzul intenso preciosísimo.

      La Moski, emulando al padre Mundina.

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  7. Moski, deseo que hayas descansado ese cuerpito suyo, ¡y qué cuerpito!

    Salutaciones,
    La catilinaria

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    1. Gracias por tu deseo, de vuelta a la vida y chequeado este mi cuerpito está todo menos la uña del dedo meñique… no la echo en falta salvo que al andar acentúa mi cojera.

      Saludos,
      La Moski desde la delgada línea.

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  8. Por lo visto es algo que se lleva en la sangre, de seguro que te hincaste un aquarius a gañote, un visto y no visto de esa lata de limón! Me ha encantado tu relato, cuando decidas hacer una visita a nuestra palapa en Bohol te tendré una ruta preparada para que sepas lo que es el pico más alto de nuestra ínsula. No prometo cascadas pero si unas vistas inmejorables al mar del sol...

    Solo decirte que al menos no perdiste la dignidad por completo y terminaste tu periplo sin echarte panzarriba al suelo pidiendo clemencia... ein Pepa?

    Y ya sabe, para todo lo demás decathlon!

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    1. Querido Arquetipo, lo primero en mi lista de viajes es la escapada a tu maravilloso Bohol, que parece que nunca llega, ¡cachiss!

      Unas vistas como las que describes al mar del sol bien merecen una subida al punto más alto de tu ínsula, eso sí, te ruego que desarrolles tu conocido ingenio para inventar algún mecanismo mecánico para subir sin morir en el intento. Ea, ponte a ello que ya te avisaré para cuando llegue.

      Solo decirte que a punto estuve de pedir clemencia y que viniese a rescatarme el séptimo de caballería, los cuatro fantásticos, el llanero solitario, el equipo A y los teletubbies… pero sí, mantuve la dignidad… o eso creo.

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  9. ¡Ay Moski!

    Contrariamente a lo que te digo habitualmente, parece que no sólo tú has salido de tu pueblo sino que, además, tu pueblo ha conseguido salir de ti.

    ¿Qué habrá sido de tu ruralidad?

    Por otra parte coincido en la incredulidad de la Abadesa. ¿Tú metiéndote a gañote un bocata sin una cerveza para empujarlo "padentro"?

    Abandona tus ínfulas de Jesús Calleja y dedícate a algo más propio de tu actual estado: sentarte en el Retiro a fumarte un cigarrito mientras les echas miguitas de pan a los gorriones (y eso con cuidado, a ver si se te va a dislocar la muñeca con el esfuerzo)

    Reponte criatura que debes de estar hecha unos zorros

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    1. ¡Ay mi querido amigo!

      Tienes razón, como casi, insisto casi siempre, hecha unos zorros me hallo. Eso sí, ya me contarás qué desfase has hecho en tus vacaciones, mira que confundirte de persona que suscribe los comentarios, siieeetee nada más y nada menos. Si es que las prisas no son buenas para nada, dicen.

      Pues como te lo cuento, ingesta de bocata acompañada de ¡bebida isotónica!… creértelo, te lo juro por dios, vamos por Bruce, y sabes que no pronuncio su nombre en vano.

      Pero eso no es todo, añadida a la dificultad para acceder a las cascadas, espectaculares sea dicho de nuevo, me encuentro con otra contrariedad y es la ausencia de un garito donde además de premiarme con una cervecita fría poder lavarme las manos, si querido, ¡todo un calvario!

      Ahora mismo hasta echarle miguitas de pan a los gorriones me parece un deporte de riesgo, de momento dejaré un tiempo razonable entre la naturaleza y yo… que no hay que abusar.

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  10. Quiero dejar constancia de mi error. Es lo que pasa cuando lees con prisa y no constatas y confirmas la información.

    Así pues, donde dije digo digo Diego y donde dije la Abadesa digo la Catilinaria, al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios y a la Catilinaria lo que es de la Catilinaria.

    Pido perdón por mi inintencionado error y, para quedar como un rey, sólo me queda añadir: lo siento, me he equivocado, no volverá a pasar.

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