retazos

Hoy es mi aniversario. Yo, que nací en verano cumplo años hoy. Yo, que supero los cuarenta, cumplo veinte. Estoy hecha de contradicciones.

Mi ciudad me regaló un día de nieve para que nunca lo olvidara, a veces se porta bien conmigo por eso le debo una canción. Cuánto frío.
Abandoné mi vieja alma y empecé mi viaje. Cuánto miedo. Ahí está, mi carretera de trueno.

Poquito equipaje, el final de mi canción “Someday girl, I don't know when…”, y mis tres mosqueteros.

Esperé por si venías, pero nunca llegaste. No miré para atrás, de qué vale si no puedo volver.

Un kilómetro, dos, tres…
…menos mal que estabas allí y encontré donde apoyarme…
cuatro, cinco…
…escapé de la locura a cambio de dormir varias noches en el infierno…
seis, siete…
…pagué con mis jerséis y entregué mis recuerdos…
ocho, nueve…
…la rodilla cedió y algunos me prestaron sus muletas…
diez, once…

A mitad de camino cambié mis botas, dejaban huellas con las desgracias de otros y mi andar por fin se hizo más ligero.

He tenido dos vidas, tres principios pero más finales, algunos amores que fueron solo uno, heridas que ya no duelen y tatuajes del color de tus ojos.

Mi hogar: mis dos hermanas.
Mis recuerdos: los de mañana.
Mi triunfo: mis amigos… mis compañeros de viaje.



Viendo como está el panorama: calles abarrotadas de personas haciendo ya las compras navideñas; la amenaza de unos Podemos que por lo visto van a acabar con el Estado de Bienestar… ¡ay, madre! que estos tíos son capaces de quitarnos las cervezas con las bravas, los Reyes Magos, el Ratoncito Pérez y hasta el puente de la Constitución, que es lo único que les han dejado de bienestar a este Estado; y la posibilidad de que el gobierno invente un nuevo impuesto que grave los deseos de los ciudadanos, he decidido adelantar mi carta a los Reyes Magos.

Este año no me vuelve a pasar. Que me conozco, que soy mucho de finales.
Me ambiento para imbuirme en mis mejores deseos como corresponde a las fechas. Recupero una cinta cassette de la última actuación de mi clase en el cole, cuando torturamos a nuestros sufridos padres con versiones de villancicos tradicionales, y me preparo un ponche siguiendo la receta de Arguiñano. Rico, rico, dice.


Queridos Reyes Magos:

Ante todo espero que podáis entrar sin dificultad. Menos mal que tenéis más pinta de dueños de pozos de petróleos que de refugiados huyendo de una guerra, que son los emigrantes de Oriente que en este país más gustan.

Como mi economía está en las últimas, este año sólo os pediré las cosas más importantes.

  • Que el despido con el que me amenaza todos los días mi jefe se produzca, pero que sea como el despido aquel de “una indemnización... en diferido, en forma efectivamente de simulación... simulación o lo que hubiera sido en diferido en partes de una... de lo que antes era una retribución”. Espero que lo tengáis claro vosotros porque yo todavía ando dándole vueltas.
  • Que no vuelvan a reponer Pretty Woman, ni el Príncipe de Bel Air, ni Verano Azul.
  • Un triciclo para Esperanza Aguirre, ¡con ruedines! que no quiero que se descalabre en una carrera ilegal con los jubilados del parque.
  • El Karaoke con radio de la Hello Kitty para la Pantoja, con eso seguro que triunfa en la cárcel y lo mismo hasta monta un coro.
  • La tercera temporada de Let´s go de Pocoyo para la Botella, que ahora que deja la alcaldía podrá aprender inglés. De nada, Ana.
  • El salón de televisión de la Barbie para Monago, que seguro que ésta sí tiene parabólica.
  • La colección de pelucas intercambiables de Pin y Pon para Rodrigo Rato, que como ahora ya nadie le paga los 300€ en una peluquería dios sabrá como lleva ese hombre la melena.
  • El coche de policía de Lego para Fernández Díaz para que siga devolviendo en caliente y calentitos a los emigrantes a Marruecos.
  • El juego de tiro Duck Shoot para Granados, ahora que va a echar mucho de menos las cacerías.
  • Que sea una broma eso de que vuelven los ochenta. Ya tuvimos bastantes hombreras y no quiero pensar que vuelven a cantar los Modern Talking.
  • Que George Lucas ruede el Episodio VII de la segunda parte que era la primera de la Guerra de las Galaxias, ¡qué lío tengo ya con esta saga!, para seguir disfrutando de la filosofía del maestro Yoda Pujol.
  • Las espadas láser para el Papa, yo lo veo como complemento ideal para su vestimenta que además de aportarle colores igual le ayudan en algo. Ahí lo dejo.
  • Para Leticia, perdón, la reina, la cocinita Kitchen electronic de Molto que me da que a esta chica no le gusta la comida de palacio.
  • A Felipe VI la maqueta del Air Force One, para que tenga un avión sin averías.
  • Para Rajoy la granja de los Playmobil así tiene un sitio bonito donde retirarse.
  • Que el moreno con el que coincido todos los días en el desayuno se de cuenta que soy la mujer de su vida. Importante: que no sorba la sopa ni le falte ningún diente, que me conozco yo las ironías de mi destino.
  • ¡Ah! Y la paz en el mundo. Acabo de sentirme como una miss.
Espero que no tengáis en cuenta mi poca simpatía por la monarquía, salvo por Sus Satánicas Majestades, que siendo de vuestra quinta, afortunadamente, tampoco se retiran.

Y eso es todo, queridos Reyes Magos.

Atentamente.
La Moski.

Pues sí, tenía razón el Arguiñano. Rico, rico el ponche, pero igual se me ha ido un poquito la mano con el ron.